La agricultura ecológica sigue dando pequeños pasos en su crecimiento exponencial para convertirse en una alternativa real respecto a la producción agrícola total de la Unión Europea.
Actualmente, este sistema de cultivo está creciendo a un ritmo del 6 al 9 % anualmente, un desarrollo continuo que ya ha cuadruplicado su demanda en los últimos 10 años, hoy con una extensión del 5,4 % del total de las tierras agrícolas de la UE, indica un artículo publicado en el sitio digital Noticias de la Ciencia.
Los productos relacionados con la biocultura están cada vez más presentes en el mercado, en un síntoma inequívoco del proceso de concienciación que vive el ser humano a la hora de valorar la importancia de la agricultura orgánica para la conservación del medio ambiente.
Este sistema agrario tiene como objetivo la obtención de alimentos de la máxima calidad, tanto de origen animal como vegetal, de modo que ayude a conservar la fertilidad del suelo mediante la utilización óptima de los recursos naturales.
Se trata de un proceso que respeta al medio, utilizando siempre métodos de cultivo biológicos y mecánicos a través de medidas preventivas para el control de las plagas y enfermedades. De esta forma, los productos químicos de síntesis quedan en un segundo plano, buscando siempre la sostenibilidad de la producción.
El estilo de vida acelerado y desenfrenado imperante en la sociedad actual determina que las personas no se detengan un momento a pensar sobre sus hábitos de compra diarios, lo que conlleva a disminuir a niveles ínfimos su criticidad en torno a los alimentos que adquieren, sin conocer si tienen niveles de toxicidad.