Argentina sigue sin calmar a los mercados

Argentina sigue sin calmar a los mercados

Argentina aplicará un nuevo impuesto a las exportaciones y recortará gastos para reducir su déficit fiscal, mientras negocia financiación con el FMI, tras una crisis cambiaria que minó la confianza en la tercera economía latinoamericana.

Con estas medidas, el Gobierno aspira a eliminar el déficit primario fiscal para 2019 y mitigar así la alta inflación y la recesión que azotan al país, pero el mercado cambiario respondió negativamente a los anuncios con una nueva caída del peso, señalan despachos de prensa.

“En el año 2019 (…) vamos a confluir ya al equilibrio fiscal antes del pago de intereses, eso implica que vamos a ahorrar 6.000 millones de dólares más, que no necesitamos financiar en los mercados”, dijo el lunes último el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una conferencia de prensa.

Según Dujovne, el nuevo impuesto -que no está claro si deberá o no ser aprobado por el Congreso- tasará hasta fin de 2020 los embarques de productos primarios en 4 pesos por dólar y del resto de las exportaciones en 3 pesos por dólar.

Argentina sigue sin calmar a los mercados

Se espera que el gravamen, que recaerá principalmente sobre embarques agrícolas y mineros, genere ingresos equivalentes al 1,1 por ciento del PIB para 2019.

Con un dólar actualmente en 38 pesos, el impuesto es casi del 10 por ciento del valor exportado, que en el caso de los granos de soja y sus derivados -de los que Argentina es uno de los mayores exportadores a nivel mundial- se sumará al 18 por ciento que ya tributan.

“Aunque los exportadores seguramente se quejen, ellos igualmente se beneficiarán de la reciente y profunda depreciación del peso”, dijo a Reuters el economista Federico Thomsen, quien consideró que la explicitación del programa financiero de Argentina satisfará las dudas de los inversores.

INQUIETUD EN MERCADOS

Argentina aspira a lograr un superávit primario del 1,0 por ciento en 2020, sostuvo Dujovne, que incluyó en la prioridad de su programa un viaje inmediato a Estados Unidos para cerrar un nuevo acuerdo de financiación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En junio, después de las primeras turbulencias financieras en los mercados locales, Argentina acordó con ese organismo una línea de préstamo por 50.000 millones, cuyo desembolso ahora el Gobierno pretende acelerar para lidiar con la crisis.

El Gobierno  aseguró que va a reducir a menos de la mitad el número de ministerios de su Gabinete, en busca de recortar el gasto público.

Las carteras de Energía, Trabajo, Modernización, Agroindustria, Salud, Turismo, Ambiente, Ciencia y Cultura se reducirán a secretarías de Estado, según un comunicado oficial. El hasta ahora ministro de Modernización, Andrés Ibarra, pasará a ocupar la vicejefatura de Gabinete.

Las medidas, sin embargo, no lograron llevar tranquilidad al mercado cambiario: el peso profundizaba su caída a 38,7 unidades por dólar acumulando una devaluación de casi un 50 por ciento a lo largo de 2018.

“Los anuncios están en línea a lo que se especulaba iba a suceder, pero el mercado reacciona mal porque quienes lo ejecutarán son los mismos (funcionarios) que hasta ahora fracasaron. Por eso que la mayoría (de los inversores) no le cree al Gobierno”, dijo un operador de la banca privada.

El Presidente Mauricio Macri admitió que la devaluación del peso va a incrementar la pobreza, que ya alcanza a un tercio de la población, lo que podría golpear sus posibilidades de lograr la reelección en los comicios presidenciales de 2019.

https://es.reuters.com

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