Los ‘Tuam’s babies’, cuyos restos se descubrieron en 2017 en una fosa en un convento, se han convertido en un cargo de conciencia para los irlandeses, para la Iglesia católica y para el Gobierno de Leo Varadkar. El primer ministro irlandés anunció una nueva legislación para facilitar la excavación de fosas comunes.
Varadkar ha anunciado en el Parlamento que presentará en breve la legislación pertinente para poder excavar en concreto la fosa en la que están enterrados al menos 796 bebés. Bon Secours Sisters, una Orden de la Iglesia católica y romana, dirigió el convento, que hacía las veces de casa de acogida para madres solteras, desde 1925 hasta 1961. Los restos de los bebés deben pertenecer a estas madres.
La historiadora irlandesa Catherine Corless, ha investigado el caso y ha sacado a la luz los certificados de defunción de los cientos de bebés que nacieron y murieron en la casa de acogida. La excavación de los bebés de Tuam para su posterior identificación y enterramiento digno costará entre seis y 12 millones de euros, de los que la Iglesia de Roma aportará «como voluntaria contribución» 2.5 millones de euros.
«Los trabajos de excavación pueden empezar en los primeros meses del año que viene, una vez se apruebe la legislación adecuada», ha dicho Varadkar ante el Dail (Parlamento irlandés).