Tres personas, incluidos los dueños de una clínica para el dolor en Hialeah, en el condado de Miami-Dade, se declararon culpables de distribuir ilegalmente miles de píldoras de oxicodona, un analgésico opioide, efectivo por vía oral, muy potente y potencialmente adictivo.

La Fiscalía del Distrito Sur de Florida informó que David Bosch, de 46 años de edad, y Tania Sánchez, de 47, propietarios de East Medical Office Inc., y Odalys Abreu, de 45, quien reclutaba pacientes, realizaron prescripciones falsas e innecesarias de al menos siete mil 500 tabletas de oxicodona.

Ante el juez John O’Sullivan, los tres se declararon culpables de un cargo de “conspiración para distribuir sustancias controladas”, por lo que serán sentenciados el siete de noviembre próximo.

Ledif Acanda Machado, de 39 años, otro de los acusados, está prófugo.

Bosch y Sánchez pagaban a un médico 125 dólares por cada receta oxicodona que prescribiera sin que la medicina fuera necesaria.

Sánchez se encargó de la documentación médica fraudulenta para los supuestos pacientes, según la demanda.

Florida, donde han proliferado las “fábricas de pastillas”, como son llamadas estas fachadas para la distribución ilícita de medicinas, lideró en 2010 como el estado con mayor desvío de medicamentos recetados, lo que resultó en que murieran siete floridanos como promedio diario, según la Fiscalía.