Los rascacielos son símbolos de poder económico y tecnológico. Sus problemáticas quedan minimizadas cuando tenemos en cuenta las bondades.
Rusia es el lugar de Europa donde más edificios de esta tipología se construyen actualmente.
Este tipo de inmueble no es solo posible, sino necesario, tanto desde una perspectiva económica como simbólica, armoniosa combinación de la arquitectura antigua y moderna y en el marco de una ciudad, afirma el Profesor Sang Dae Kim, presidente del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH), citado por el sitio digital especializado Arquitectura y Empresa.
Lakhta Center es uno de los proyectos más significativos en Rusia. Elaborado por Tony Kettle, junto con el despacho de arquitectura RMJM London; incluirá la torre que pretende ser la más alta de Rusia y de toda Europa (463 m), como parte de un gran complejo que stará totalmente listo a finales del presente año.
Será la sede central de la corporación energética Gazprom, un complejo científico y educativo, centro deportivo y de ocio, hotel, restaurante panorámico, planetario, cine y mirador abierto.
El inversor del proyecto tiene como objetivo crear un distrito conforme con la estrategia del desarrollo planificado para la ciudad de San Petersburgo, cuyos rasgos distintivos son la comodidad, ambiente amigable y sostenibilidad.
Todo esto se logrará no solo con amplios espacios verdes, sino también mediante el uso de nuevas tecnologías de energía eficiente en los edificios.
Las particularidades del proyecto son las instalaciones y las soluciones constructivas “inteligentes”.
Entre la gran cantidad de tecnologías que se aplicarán en los edificios de Lakhta Center, sobresale la cimentación de la torre, que se realizará mediante 2080 pilotes con diámetros de hasta 2m y que alcanzarán profundidades de hasta 85m, acompañados con una solera de 3,63 m de espesor.
Las estructuras y vigas metálicas tienen una característica particular: de 189 mil elementos, hay solo 2 iguales. Esta singularidad de los componentes es debida al hecho de que el edificio de la torre gira sobre sí misma y cada forjado se diferencia del siguiente en 3 grados.
La doble piel de la fachada proporcionará una capa de aislamiento térmico que reduce los costos de calefacción y refrigeración, un sistema especial de climatización artificial que mantendrá las condiciones higrotérmicas óptimas.
El calor sobrante producido por el funcionamiento de los equipos se utilizará para la calefacción del interior mediante la refrigeración por líquido.
Se instalarán detectores de presencia para ahorrar en el consumo de electricidad y agua. Los acumuladores de frío se instalarán a gran profundidad y, durante el día, generarán una condensación que permitirá la producción de grandes cantidades de hielo, hasta 1000 toneladas. Estos acumuladores permitirán el acondicionamiento del aire interior durante todo el día de modo eficiente.
Junto con la construcción del Lakhta Center, se llevará a cabo el proyecto de la urbanización circundante. En él se prevé la construcción de zonas verdes, una nueva estación de metro y el acceso por carretera a la nueva zona.
En la construcción del complejo participan decenas de empresas nacionales y extranjeras. Aunque, como es lógico, la mayor parte de la obra la realizarán las empresas rusas.
La terminación de las obras del Lakhta Center está prevista para finales de este año.