Tres nuevas especies de peces babosos, de la familia Liparidae, fueron descubiertos en la zona hadal (por debajo de los 6.000 metros de profundidad) de la fosa de Atacama, reveló la Universidad de Newcastle en un comunicado.
La fosa de Perú-Chile o fosa de Atacama, zona oceánica relativamente prístina de la Tierra, corre a lo largo de la costa oeste de Sudamérica, de casi 6.000 kilómetros de longitud y, en Richard’s Deep, supera ligeramente los 8.000 metros de profundidad.
Las nuevas especies aún no han sido descritas científicamente, de momento se conocen como el pez baboso rosa, el azul y el morado. Lo increíble de estos peces, aparte de su apariencia gelatinosa, grasienta y translúcida, es que viven en el fondo del océano Pacífico, donde no tienen competidores ni depredadores.
«Se adaptan perfectamente a la presión extrema de las profundidades gracias a su estructura gelatinosa, de hecho, las estructuras más duras de sus cuerpos son los huesos del oído interno, que les dan equilibrio, y los dientes. Sin la presión extrema y el frío que soportan sus cuerpos son extremadamente frágiles y se deshacen rápidamente cuando son llevados a la superficie», afirma Thomas Linley, de la Universidad de Newcastle y del equipo de 40 científicos de 17 naciones que realizado el hallazgo en la fosa de Atacama.
Las nuevas especies fueron descubiertas mediante un sistema de sumersión pionero, equipado con trampas y cámaras HD que registraron más de 100 horas de video y 11.000 fotografías en el lecho marino. Se pueden necesitar cuatro horas para que el artefacto se sumerja hasta el fondo y, después de esperar de 12 a 24 horas adicionales, los investigadores envían una señal acústica a la trampa, que libera los pesos, por lo que el artefacto asciende a la superficie por medio de la flotación.
«Estamos muy seguros de que las especies son nuevas, pues no hay buenos registros a esas profundidades y, además, los peces babosos se encontraban hasta ahora en un rango de profundidad muy reducido», explica Alan Jamieson, investigador principal de la expedición, también de la Universidad de Newcastle, a National Geographic España.
Los científicos también han detectado crustáceos isópodos de la familia Munnopsidae, con las patas largas y el cuerpo del tamaño de una mano adulta.
«Las imágenes son increíbles porque los vemos vivos, actuando en su entorno natural, y no dañados como los capturan habitualmente mediante la pesca de arrastre. Los isópodos son tan diversos que estoy convencido de que también hay una alta probabilidad de que sean especies nuevas», añade. «La fosa de Atacama puede ser considerada prístina, pero sólo en lo relativo a los sistemas costeros, pues cada vez es más evidente que incluso las especies de aguas profundas de todo el mundo están contaminadas por la polución y el plástico; triste pero cierto», señala.