La autoexploración mamaria es un método muy importante para el diagnóstico de cualquier anomalía en los senos. Para que la mujer conozca la anatomía y configuración de su propio cuerpo y pueda darse cuenta de cualquier cambio en la consistencia, en la secreción o en la simetría de las mamas.
La ginecóloga y especialista en Patología mamaria y Senología María José Barrera recomienda realizar la autoexploración mamaria después de la menstruación. A su juicio, es más fácil detectar cualquier anomalía porque desaparece la tensión mamaria tras la regla. Medios de prensa señalan los pasos necesarios para ello:
1- Colocarse delante del espejo y mirar buscando que las dos mamas tengan simetría, que no existan alteraciones en la forma del complejo areola- pezón, y las mamas tengan un tamaño, forma y color normales. (No toda la retracción del pezón es patológica. Ni indica un posible cáncer de mama. Hay mujeres que tienen los pezones invertidos desde el nacimiento).
«Hay que aprovechar los momentos en la ducha, frente al espejo, cuando nos echamos crema. Hay que comprobar que no aparecen lesiones o rojeces extrañas en la piel y cuándo aparecen bultos. Eso sí, siempre ante la duda se debe acudir al ginecólogo. Frente al espejo, te pones las manos en posición de jarra y ves si pasa algo diferente», indica la experta.
2- Con la mano contralateral explorar la mama. La dividimos en cinco cuadrantes: los cuatro que marca una cruz y el quinto es el complejo areola – pezón. Exploramos cuadrante por cuadrante y finalmente exprimimos el pecho desde el interior hacia el pezón para observar la posible salida de algún tipo de líquido.
3- Levantar los brazos y fijarse si se ven las mismas alteraciones.
«Se elevan las manos sobre la cabeza. Entonces, las mamas cambian y pueden aparecer por ejemplo depresiones que no habíamos visto», especifica la experta.
4- También aconseja realizarlo tumbada en la cama, y con una mano detrás de la nuca. Mientras, con la otra se explora la mama, primero de forma suave, y después ejerciendo más presión porque se intenta buscar algún bultito. Hay que procurar utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular.
Sobre si también deben realizarla los hombres, María José Barrera resalta que el cáncer de mama en hombres es «muy infrecuente». Al mismo tiempo, lamenta que cuando aparece en estos es «más agresivo», especialmente porque no se llega a tiempo porque en estos no se emprenden mamografías.
«Más que exploraciones mamarias para los hombres, que estaría muy bien, en el momento en el que aparezca cualquier bulto hay que acudir al ginecólogo», sugiere la especialista en Patología mamaria y Senología.