Un equipo de paleontólogos argentinos encontró huesos de un caimán que parece haber sido antepasado del yacaré (un caimánido endémico de las regiones subtropicales y tropicales de Sudamérica, que puede alcanzar los tres metros de longitud. Fuertemente acorazado en el lomo, de color negruzco u oliva muy oscuro) razón por la que calculan que la edad del fósil pudiese remontarse a los 65 millones de años.
Debido a que los restos fueron hallados en Chubut, una de las veintitrés provincias argentinas, pero fragmentos del cráneo del caimánido fueron encontrados en Punta Peligro, zona ubicada sobre el Golfo San Jorge, los paleontólogos decidieron nombrar al ejemplar como Protocaiman peligrensis, precisan reportes de prensa.
Los caimanes son uno de los principales grupos de cocodrilos que hoy habitan los sistemas de agua dulce de América del Sur y Central. Pero su historia evolutiva más temprana, que se desarrolló alrededor de la extinción masiva que acabó con la gran mayoría de los dinosaurios hace 65 millones de años, es poco conocida debido a que se hallaron pocos fósiles que, además, suelen estar mal preservados y muy fragmentados.
El estudio argentino, que fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society of London. Series B, aporta más información sobre ese pasado.
“Esta nueva especie representa uno de los fósiles de caimaninos más antiguos conocidos”, afirmó Paula Bona, investigadora del Conicet en la División Paleontología Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Este hallazgo “permite una revisión del árbol genealógico de los cocodrilos y propone por primera vez que los caimanes habitaron América del Norte durante la época de los dinosaurios e ingresaron a América del Sur en el Cretácico (de 145 a 66 millones de años atrás), donde se dispersaron y diversificaron”, dijo Bona.
Los investigadores del Conicet Martín Ezcurra (Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”); Francisco Barrios (Museo Provincial de Ciencias Naturales “Olsacher”, de Zapala, Neuquén) y María Victoria Fernández Blanco (División Paleontología Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP), formaron parte del equipo de investigadores.