Además de mejorar el sueño y de sus propiedades antinflamatorias y antioxidantes, la melatonina también es eficaz para combatir la endometriosis: el crecimiento de tejido de endometrio (revestimiento interno de la cavidad uterina) fuera del útero, en la cavidad abdominal.
“Utilizamos la melatonina desde hace años – explica el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen, de Granada (España)- para mejorar la calidad de los óvulos de las mujeres en tratamiento de reproducción asistida. Algunas de estas mujeres sufrían endometriosis, y nuestras observaciones sugerían una cierta mejora de su sintomatología. También se conocía que la melatonina posee una fuerte actividad antioxidante, que puede mitigar los efectos secundarios de la endometriosis, sobre todo las consecuencias de la reacción inflamatoria crónica en la cavidad abdominal. Sin embargo, el número de casos no era lo suficientemente grande para formular una conclusión estadísticamente válida”.
Según un estudio de un equipo de investigadores chinos, publicado en el último número de la revista Reproductive Biology and Endocrinology y que ha ganado la atención de la prensa especializada, la melatonina ataca la misma causa de la endometriosis, y su utilización terapéutica tiene que plantearse en todos los casos de endometriosis, independientemente del eventual tratamiento de infertilidad.
“El siguiente paso -indica el doctor Tesarik- será evaluar si la melatonina por si misma puede frenar la endometriosis sin los tratamientos actuales, que consisten en la inhibición de la actividad ovárica. Si es así, las mujeres con endometriosis, tratadas con la melatonina, podrán interrumpir los tratamientos que bloquean la ovulación y quedar embarazadas incluso por vía natural.»
En los casos de endometriosis, la proliferación ectópica de las células endometriales provoca una reacción inflamatoria crónica. Los focos de endometriosis suelen aparecer sobre todo en la región pélvica, como en los ovarios, en la vejiga urinaria o en el intestino, menos frecuentemente fuera de la cavidad pélvica, aunque se han descrito casos aislados de endometriosis afectando pulmones e incluso el cerebro. La endometriosis afecta entre 10-15 % de las mujeres en edad fértil, sobre todo las mujeres jóvenes. Si se tiene en cuenta sólo las mujeres con dolores pélvicos y problemas de fertilidad, la prevalencia de endometriosis alcanza el 45 %.
Durante la menstruación, el tejido endometrial se evacua por vía vaginal. Sin embargo, una parte puede fluir en el sentido contrario, invadir las trompas uterinas y penetrar en la cavidad abdominal. Inicialmente se consideraba que este reflujo es, por si mismo, responsable de la endometriosis, pero estudios posteriores han demostrado que el reflujo endometrial parcial es un fenómeno banal que ocurre en muchas mujeres que no sufren de esta enfermedad.
“Hoy sabemos -señala el doctor Tesarik- que el simple reflujo menstrual es solo una condición, pero no la causa de la aparición de la endometriosis”.
Para el desarrollo de la enfermedad las células del endometrio revertidas en la cavidad abdominal tienen que pasar por una transformación profunda de sus sistemas intracelulares. Como consecuencia de esta transformación, las células cambian el patrón de su respuesta a las hormonas procedentes del ovario y empiezan a invadir los tejidos de diferentes órganos con los cuales entran en contacto.
“Los investigadores chinos – concluye Tesarik- han demostrado que esta transformación se puede bloquear por la melatonina, hormona proveniente de la glándula pineal.”