La NASA dispone de un nuevo satélite para estudiar los casquetes polares de la Tierra. Llamado ICESAT-2 (Ice, Cloud and land Elevation Satellite-2), acaba de ser lanzado a bordo de un cohete Delta-7420-10 (Delta-381). La misión representa también el último uso de este tipo de vector.
El satélite ha sido construido por la empresa estadounidense Northrop Grumman sobre una plataforma LEOStar-3. Con un peso de 1.387 kg, transporta el instrumento ATLAS (Advanced Topographic Laser Altimeter System), un sistema de medición altimétrica a través de láser que durante al menos 3 años levantará mapas topográficos del hielo en los casquetes polares, precisa el sitio Noticias de la Ciencia.
Gracias a estas mediciones, será posible hacer un seguimiento de la evolución del hielo polar en el marco del cambio climático por motivos naturales o inducidos por la humanidad.
El ICESAT-2 evolucionará en una órbita polar circular, a 481 km de altitud. Fue lanzado desde la base californiana de Vandenberg, y sus señales fueron recibidas por primera vez 75 minutos después del despegue. Una vez calibrado su instrumento, medirá los cambios de altitud de la capa de hielo en la Antártida y Groenlandia con una precisión de 4 mm. Su instrumento ATLAS fue desarrollado por el centro Goddard de la NASA.
La misión de lanzamiento sirvió también para colocar en órbita a cuatro satélites más de pequeñas dimensiones: los ELFIN, ELFIN-STAR, DAVE y SurfSat.
Los dos primeros son cubesats 3U de 4 kg de peso, propiedad de la UCLA, que estudiarán los cinturones de radiación terrestres. El DAVE, también llamado CP 7, es un cubesat 1U de la organización Polysat, de 1 kg de peso, que medirá las vibraciones en microgravedad.
El SurfSat es un cubesat 2U de la universidad UCF, que investigará los efectos de las descargas sobre los elementos técnicos de los satélites.