En Little Country de la ciudad de Haslet (Texas, EE.UU.), una maestra de guardería fue arrestada el pasado 9 de noviembre por propinar una paliza y lesionar a un niño bajo su cuidado.
La maestra Tracy Ludwig, de 36 años, sacó al pequeño Hunter, de apenas cuatro años, de su habitación luego de que este no mantuviera la calma durante la hora de descanso. En esos momentos, una familia interesada en la institución había llegado para recorrer el lugar.
Cuando el niño llega a casa, su madre Kindsie Andreason, descubrió los raspones y enrojecimientos. Al preguntar al director de la institución al respecto, la mujer recibió como respuesta que Hunter se había lastimado a sí mismo mientras pateaba y rasguñaba a las maestras.
Al volver a casa, Andreason reprendió a su hijo, ya que este no se animó a contarle lo que verdaderamente había sucedido. Sin embargo, dos días más tarde las marcas en el rostro y cuello del pequeño se hicieron más visibles y tomaron la forma de hematomas, por lo que la mujer volvió a exigir una explicación en la guardería.
Esta vez, la maestra regular de Hunter —quien en el día del suceso había intervenido para interrumpir la agresión de Ludwig y llevarse al pequeño en sus brazos— admitió que las lesiones no habían sido autoinfligidas.
A su vez, el director accedió a mostrar las cintas de seguridad que captaron el momento en que Ludwig se sienta sobre el menor tendido en el piso, lo sujeta con el peso de su cuerpo y lo golpea múltiples veces en la cara y en el pecho.
«Es horrible ver a tu hijo estar ahí y ser golpeado por alguien a quien pagas para cuidar de tu pequeño para ti», expresó Andreason, quien ya ha demandado a la agresora, al igual que a la guardería, a su director y a otras dos maestras.