Alertan sobre la desprotección de los murciélagos

Alertan sobre la desprotección de los murciélagos

El carácter sagrado que muchas sociedades han otorgado a las grutas ha sido, en general, beneficioso para la biodiversidad. Este es el caso de la isla de Madagascar, frente a la costa sureste del continente africano.

Con el fin de recopilar evidencia empírica sobre la importancia de conservación de estas cavidades para la supervivencia de los murciélagos en ese país, un equipo de investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) puso rumbo al Parque Nacional de Tsimanampetsotsa, en el suroeste de la isla.

Alertan sobre la desprotección de los murciélagos

Los científicos exploraron las actitudes locales hacia los murciélagos y las cuevas sagradas entre dos grupos étnicos (Tanalana y Vezo) que habitaban áreas semiáridas alrededor del Parque Nacional. En paralelo a las entrevistas con las comunidades locales, el equipo muestreó murciélagos en cuatro cuevas kársticas, revelando que al menos seis especies nidifican en ellas y que algunas especies, como Triaenopsrufus, tienen importantes colonias de maternidad.

Los resultados, publicados por la revista Oryx, han tenido eco inmediato en sitios digitales especializados.

“Las comunidades locales perciben las cuevas como espacios en la interfaz entre el mundo natural y sobrenatural. Además, algunos locales cuentan que los murciélagos merodean entre el reino físico y espiritual, protegiendo a los espíritus de los ancestros”, dice a Sinc el científico español Álvaro Fernández-Llamazares, autor principal del estudio en la Universidad de Helsinki.

Muchas de estas cuevas han sido objeto de tabúes o estrictas normas de conducta –como, por ejemplo, evitar molestar a los espíritus de los antepasados–, de forma que la biodiversidad ha quedado al abrigo de perturbaciones de origen antrópico.

Sin embargo, en todo el mundo, los valores e instituciones tradicionales que han mantenido las cuevas intactas se están erosionando rápidamente y, por lo tanto, algunas de las especies animales que las habitan podrían haber quedado desprotegidas”, indica el investigador.

En Madagascar, las cuevas albergan una gran diversidad de especies animales, como, por ejemplo, murciélagos, muchos de las cuales también están protegidos a través de un extenso sistema de tabúes (conocidos localmente como fadys). Por ejemplo, tradicionalmente el consumo de murciélagos era tabú para las comunidades locales de Madagascar.

Los entrevistados para esta investigación manifestaron que, por lo general, evitan entrar en el interior de las cuevas, principalmente por temor a ser castigados “por los espíritus que allí habitan”.

“No obstante, solo uno de cada cinco entrevistados reconoció poner en práctica los tabúes que inhiben la caza y el consumo de murciélagos”, asegura a Sinc Ricardo Rocha, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

En un retrato extremo de la importancia de los murciélagos para la seguridad alimentaria en la zona, varios entrevistados aseguraron que, en 2007, durante un período de sequía aguda, números masivos de murciélagos fueron cazados con ayuda del fuego en una de las cuevas sagradas. Varios de los participantes indicaron que los murciélagos “alimentaron a 200 personas durante dos meses”.

Hasta un tercio de los entrevistados reportaron consumo de murciélagos en sus comunidades, «algo sorprendente en un área donde hasta ahora comer murciélago quedaba rotundamente prohibido por las normas tradicionales y consuetudinarias”, asegura el experto. Aunque el comercio de carne de murciélago es común en otras zonas de Madagascar, no se encontraron pruebas de venta de murciélagos en el área.

La recolección de guano –abono resultante de la acumulación de excrementos de murciélagos en las cuevas– se mencionó como una de las fuentes de ingresos más importante a escala comunitaria.

“Aunque puede inducir desplazamientos de las colonias de murciélagos provocados por las perturbaciones, los beneficios económicos derivados de la recolección de guano podrían elevar la motivación para conservar murciélagos y su hábitat”, subraya Adrià López-Baucells, también coautor del trabajo y científicos de la Universidad de Lisboa (Portugal).

Por ejemplo, un hombre de Tanalana entrevistado declaró que ahora los padres “les dicen a los niños que protejan las cuevas”, ya que de ellas se podrían derivar beneficios económicos a través de la venta de guano. Curiosamente, ninguna de las personas que extraen guano regularmente reportó ningún valor sagrado o tabú en relación con las cuevas.

En Madagascar hay más de cuarenta especies de murciélagos, la gran mayoría de las cuales son endémicas del país.

“Algunos de ellos, como Eidolondupreanum o Hipposideroscommersoni, están disminuyendo en toda la isla y se sospecha que podrían estar relacionadas con la erosión de los valores culturales que hasta ahora han permitido a los murciélagos refugiarse de forma segura en cuevas sagradas”, apunta López-Baucells.

Los autores enfatizan que, si los valores espirituales asociados tanto a los murciélagos como a las cuevas siguen erosionándose al ritmo actual, la efectividad de los sitios sagrados para proteger a las poblaciones de murciélagos se verá gravemente amenazada.

“Desafortunadamente, en vista de los rápidos cambios culturales que se están dando en Madagascar, las cuevas sagradas no pueden considerarse un refugio seguro para conservar las poblaciones de murciélagos de la isla”, concluye Fernández-Llamazares.

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