En la primera decisión en el mundo sobre la obsolescencia programada, la Autoridad italiana garante de la competencia (AGCM) ha impuesto sendas multas de 10 y cinco millones de euros a Apple y Samsung por prácticas comerciales injustas a ese respecto, informó hoy el organismo.
La multa se debe a «algunas actualizaciones» que «causaron graves disfunciones y redujeron significativamente su funcionamiento»
Samsung ha confirmado a EL MUNDO que no está de acuerdo con la sentencia y que presentará un recurso
Es la primera vez que un organismo público sanciona a una compañía por la obsolescencia programada
Las dos empresas «han sido sancionadas con la máxima multa debido a su tamaño y la gravedad de sus conductas: Samsung con 5 millones de euros y Apple con 10 millones de euros», señaló el organismo de la competencia.
Es la primera decisión en el mundo que penaliza la «obsolescencia programada», mientras Apple está siendo investigada por los tribunales franceses en relación a los delitos de «fraude» y «ralentización programada» debido a la manipulación de las baterías en sus iPhone más antiguos.