En la cueva de Blombos, en la costa sur de Sudáfrica y al este de Ciudad del Cabo, han aparecido algunas de las primeras evidencias de la actividad cultural humana, como abalorios de conchas, piezas grabadas de ocre o herramientas fabricadas a partir de una roca silícea, llamada silcreta.
Entre todos estos objetos datados de hace entre 70.000 y 100.000 años los científicos han encontrado un trozo de roca diferente al resto. En la cara lisa de la silcreta sobresalen nueve líneas rojas que se entrecruzan entre sí dibujadas con ocre, como si fuera el símbolo del hashtag. El objeto procede de una capa arqueológica datada en unos 73.000 años de antigüedad, destaca la prensa especializada.
¿Pero cómo demostrar que el dibujo fue realizado a propósito? Para asegurarse, los científicos realizaron un análisis químico de los pigmentos y usaron la espectometría RAMAN y un microscopio electrónico. Además, reprodujeron los trazos con varias técnicas: con trozos de ocre con una punta o una parte puntiaguda, y con pinceles que marcaron la superficie con una mezcla de agua y polvo de ocre.
“Los análisis microscópicos y químicos del patrón confirman que el pigmento de ocre rojo se aplicó intencionadamente en la lámina con una cera ocre”, subraya el equipo de investigadores procedentes de diferentes laboratorios europeos y africanos en un estudio publicado en la revista Nature.
Los resultados indican que las líneas fueron trazadas deliberadamente con una cera de ocre puntiaguda de entre uno y tres milímetros de grosor, en una superficie alisada previamente a base de fricción. Esto lo convierte en el dibujo más antiguo descubierto hasta la fecha, adelantándose en unos 30.000 años a los ejemplos conocidos hasta ahora.
“Este dibujo demuestra la capacidad de los primeros Homo sapiens en el sur de África para producir diseños gráficos en varios medios usando diferentes técnicas”, recalcan en el trabajo los autores, liderados por Christopher S. Henshilwood de la Universidad de Bergen (Noruega) y la Universidad de Witwatersrandy (Sudáfrica), para quienes esto refuerza la hipótesis del uso simbólico de signos.
Los dibujos hallados por los científicos, considerados verdaderas representaciones, pueden en realidad no ser nada más que garabatos, pintados sin un objetivo concreto, pero los símbolos son una parte inherente de nuestra humanidad. Pueden inscribirse en nuestros cuerpos en forma de tatuajes o pueden aparecer a través de ropas especiales, adornos y peinados.
Durante mucho tiempo, los arqueólogos estuvieron convencidos de que los primeros símbolos aparecieron cuando el Homo sapiens colonizó los territorios europeos, hace unos 40.000 años.
Sin embargo, los descubrimientos posteriores en África, Europa y Asia adelantarían la producción artística y el uso de símbolos de los humanos, entre los que existen múltiples ejemplos. Sin duda, hasta ahora, el grabado más antiguo es un zigzag tallado en un mejillón de agua dulce hallado en Trinil (Java, Indonesia) en capas de unos 540.000 años de antigüedad.