Inmunoterapia curó cáncer mamario avanzado

Inmunoterapia curó cáncer mamario avanzado

Una de las razones por las que el cáncer es tan difícil de tratar y curar es porque las células tumorales pueden evadir la vigilancia y el ataque de las células del sistema inmunológico, y al hacerlo pueden viajar de manera libre por el cuerpo buscando nuevos nichos para florecer y prosperar.

Por eso, el activar el sistema inmunológico para que pueda ejercer mejor sus funciones de vigilancia y defensa, la Inmunoterapia, se ha convertido en una enorme prioridad para la ciencia. En 2013 fue declarada el logro científico del año.

Una mujer con un cáncer mamario muy avanzado, que se había regado por el cuerpo, ha sido liberada por completo de la enfermedad, usando la inmunoterapia, divulgó el sitio digital especializado Noticias de la Ciencia.

Inmunoterapia curó cáncer mamario avanzado

Hasta ahora, se sabía de su uso en varios tipos de cáncer, como el melanoma, el cáncer de pulmón ocasionado por fumar, pero este es el primer caso en una paciente con cáncer mamario, uno que se resistía por razones que veremos más adelante.

Cuando Judy Perkins fue seleccionada para aplicar en ella esta terapia, su cáncer se había resistido a varias rondas de quimioterapia y se había extendido a su hígado y a otras partes del cuerpo. Le habían dado tres años de vida.

Los médicos del Instituto Nacional de Cáncer en Maryland encargados del tratamiento de Perkins dicen que su respuesta ha sido “extraordinaria”: se eliminaron las células cancerosas en su totalidad y ya han pasado dos años.

“Mi cuerpo se había deteriorado mucho hacia el final, y tenía un tumor que presionaba un nervio, lo que me obligaba a estar inmóvil para evitar el horrible dolor que se iba por todo el brazo. Me cansé, pero, cuando el tratamiento disolvió la mayoría de mis tumores, pude ir a caminar más de cincuenta kilómetros”, afirma Perkins.

Laszlo Radvanyi, director científico del Instituto para la Investigación del Cáncer en Ontario, Canadá, y quien no participó en el tratamiento, sostiene que es “una respuesta sin precedentes, dado el estado tan avanzado del cáncer”.

Un éxito tan claro ha aumentado las esperanzas de que la terapia funcionará en más pacientes con cáncer mamario avanzado y en otros de difícil tratamiento, como los de ovario y próstata. Los investigadores planean ahora realizar ensayos clínicos a gran escala para saber cuán efectivo puede ser el tratamiento.

“Estamos en la cúspide de una gran revolución, pues podremos finalmente alcanzar el enorme logro de ser capaces de encontrar y neutralizar la enorme cantidad de mutaciones (cambios en el material genético) en el cáncer a través de la inmunoterapia”, opina Radvanyi.

Sin embargo, los expertos llaman a la cautela, pues el tratamiento solo se ha ensayado con éxito en una mujer, lo que obliga a ensayos clínicos amplios, con la incógnita de siempre, no todo el mundo responderá de la misma forma ni la efectividad será la misma para los múltiples tipos de cáncer.

Para iniciar la inmunoterapia los investigadores tomaron pequeñas muestras del tejido tumoral de Perkins y estudiaron el ADN para seleccionar las mutaciones específicas de su cáncer. Se enfocaron en mutaciones que alteraban cuatro genes que producían un conjunto de proteínas anormales en los tumores.

Luego extrajeron de las biopsias unas células inmunológicas conocidas como linfocitos que infiltran el tumor (TILs, por sus siglas en inglés). Estas son células del sistema inmunológico de la paciente que han invadido el tumor con la clara intención de acabarlo pero que no lo habían conseguido ya fuera porque eran muy débiles o bajas en número.

Después de cultivar estas células en el laboratorio y lograr un número que rondaba los miles de millones, los investigadores escogieron las que mejor podrían encontrar y destruir las células cancerosas de la paciente, pues tenían la capacidad de reconocer las proteínas anormales.

Le inyectaron ochenta mil millones de esas células inmunológicas seleccionadas con cuidado. Junto a la entrada de las células se le dio a la paciente un medicamento que ayuda al sistema inmunológico a combatir el cáncer. Las pruebas que siguieron, luego de 42 semanas mostraron que Perkins estaba libre de cáncer por completo. Y así ha continuado.

“Ya había renunciado a mi trabajo y hacía planes para morirme. Tenía una lista de cosas que hacer antes del final, ir al Gran Cañón, una de ellas. Ahora estoy de vuelta a una vida normal”, declara una asombrada Perkins, que no deja de pensar en algo parecido a un milagro.

Aunque los médicos que desarrollaron la terapia no pueden estar seguros de cuánta fue la contribución de los linfocitos que infiltran el tumor, lo que sí conocen es que el uso del medicamento que ayuda al sistema inmunológico (pembrolizumab) no había sido efectivo para combatir el cáncer mamario avanzado. Los linfocitos que infiltran el tumor se encontraron en el cuerpo de Perkins al menos 17 meses después de que su tratamiento comenzó.

Los resultados de este asombroso estudio se publican en Nature Medicine. Es tan importante porque los cánceres mamarios, al igual que los de ovario y próstata tienen una cantidad relativa de pocas mutaciones, algo que dificulta la tarea del sistema inmunológico para localizar las células anormales en medio del tejido sano. En cambio, los melanomas, cáncer de pulmón y vejiga tienen muchísimas mutaciones, facilitando su localización.

Alan Melcher, profesor de inmunoterapia en el Instituto de Cáncer en Londres, que no participó en el estudio declaró: “Este trabajo muestra que aún los cánceres con pocos antígenos (pocas proteínas anormales) pueden beneficiarse de este tratamiento. En principio se podrá aplicar a un rango amplio de tumores, inclusive en aquellos en los que la inmunoterapia todavía no ha funcionado bien”.

Pero Melcher señala que la terapia es compleja y costosa, y lo más importante, necesita de médicos que encuentren un número suficiente de linfocitos infiltrados en los tumores de los pacientes para que el tratamiento sea efectivo. “Lo que ha pasado con otras terapias que usan TILs y que no han funcionado es que no había sido posible expandir el número de células T, a una buena cantidad con la que se pudiera comenzar”.

SimonVincent, director de investigación en BreastCancerNow, añade:

“Este es un resultado extraordinario y una enorme promesa, pero necesitamos  erlo repetido en otras pacientes antes de darle a esta nueva inmunoterapia el título de esperanza para el cáncer mamario metastásico e incurable.

“Es que este cáncer sigue siendo incurable, y si queremos evitar que las mujeres mueran, necesitamos de manera urgente encontrar nuevas formas de parar la expansión de la enfermedad. Estamos maravillados con estos hallazgos pero debemos tener en mente que este tipo de inmunoterapia es experimental y que tiene por delante un largo camino hasta ser un tratamiento rutinario para las pacientes.”

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